Ubicación Geográfica
Vall de Gallinera es un municipio situado en la comarca de la Marina Alta, en la provincia de Alicante, Comunidad Valenciana, España. Este pintoresco valle se encuentra rodeado por las sierras de Almirante, Foradà y del Penyó, lo que le confiere una geografía montañosa y variada. Comprendiendo varios núcleos de población, este municipio se extiende por aproximadamente 53 kilómetros cuadrados y se halla a unos 408 metros sobre el nivel del mar.
El acceso a Vall de Gallinera es principalmente a través de la carretera CV-700, una ruta serpenteante que recorre toda la comarca y conecta los diferentes pueblos entre sí. Su proximidad a la costa, aproximadamente a 30 kilómetros del mar Mediterráneo, también le proporciona un clima suave y templado durante la mayor parte del año.
Historia y Orígenes
La historia de Vall de Gallinera se remonta a tiempos prehistóricos, con vestigios arqueológicos que evidencian la presencia humana desde el Paleolítico. Sin embargo, su desarrollo más significativo ocurrió durante la época romana y, posteriormente, bajo la dominación musulmana. Durante siglos, su estratégica ubicación y riqueza natural hicieron del valle un punto atractivo para diversas civilizaciones.
Con la Reconquista cristiana en el siglo XIII, se produjo una transformación social y económica en la región. Los musulmanes que habitaban el valle fueron gradualmente reemplazados por cristianos viejos, lo que también supuso un cambio en las estructuras económicas y agrarias del territorio. Durante siglos posteriores, Vall de Gallinera mantuvo una economía basada principalmente en la agricultura, especialmente en el cultivo de cerezas, almendros y olivos.
Núcleos de Población
El municipio de Vall de Gallinera está formado por varios núcleos de población, cada uno de ellos con características y encantos propios:
Benirrama: Es uno de los primeros pueblos que se encuentran al entrar en el valle por el este. Este encantador núcleo conserva su arquitectura tradicional con calles estrechas y empedradas.
Benialí: Es considerado el centro administrativo del valle. Aquí se encuentran el Ayuntamiento y otros servicios públicos importantes. Destaca por sus casas de piedra y su iglesia parroquial, de gran valor histórico.
Benissivà y Benitaia: Dos pequeñas aldeas muy cercanas entre sí que comparten una atmósfera tranquila y rural. Destacan sus paisajes naturales y sus rutas de senderismo.
La Carroja: Un pueblecito notable por su tranquilidad y por los impresionantes paisajes que lo rodean. Aquí se encuentra una iglesia de notable interés arquitectónico y varios ejemplos de arquitectura tradicional.
Alpatró: El último núcleo del valle, destacado por sus senderos naturales y por estar rodeado de plantaciones de cerezos y almendros. Es un excelente punto de partida para diversas rutas de montaña.
Economía Local
La economía de Vall de Gallinera ha estado históricamente vinculada al sector agrícola. El valle es especialmente famoso por sus cerezas, una fruta que ha puesto al municipio en el mapa tanto nacional como internacional. La cereza de Vall de Gallinera cuenta con una Denominación de Origen Protegida, lo que asegura su calidad y sabor únicos. El cultivo de almendros y olivos también es significativo en la región, y sus productos como el aceite de oliva y las almendras tienen una gran demanda.
Además de la agricultura, el turismo ha ido ganando importancia en la economía local en las últimas décadas. El patrimonio natural y cultural del valle atrae a visitantes interesados en actividades al aire libre como el senderismo, ciclismo y observación de aves. La oferta de alojamientos rurales y restaurantes que sirven cocina local también ha contribuido al desarrollo del sector turístico.
Patrimonio Cultural y Natural
Vall de Gallinera posee un rico patrimonio cultural y natural que merece ser descubierto. Entre los principales atractivos culturales se encuentran:
Iglesia Parroquial de San Francisco de Asís en Benialí: Un templo de origen medieval que ha sido restaurado y ampliado a lo largo de los siglos.
Casas de piedra y arquitecturas tradicionales: Las calles de los diferentes pueblos están llenas de viviendas que mantienen la estructura y diseño original, ofreciendo una visión del pasado del valle.
Castillo de Benirrama: Ruinas de un antiguo castillo musulmán que ofrece impresionantes vistas del valle y los alrededores.
Pinturas Rupestres: En algunas cuevas se pueden encontrar pinturas rupestres que datan de la prehistoria, una muestra del antiguo patrimonio humano del valle.
El patrimonio natural es igualmente impresionante:
Sierra de la Foradà: Esta sierra es famosa por su singular arco natural, una formación rocosa que se ha convertido en un icono del valle.
Parajes Naturales: La variedad de flora y fauna de la región es notable, con zonas de especial protección por su biodiversidad. Es el hogar de especies endémicas y una rica avifauna.
Rutas de senderismo y caminos rurales: El valle ofrece una gran cantidad de rutas que permiten explorar su diversidad paisajística, incluyendo bosques, montañas y valles.
Gastronomía
La gastronomía de Vall de Gallinera es un reflejo de su tradición agrícola y ganadera. La cocina local se caracteriza por el uso de productos frescos y de temporada, muchos de ellos cultivados en el propio valle. Algunos de los platos más destacados incluyen:
Olla de Blat: Un potaje a base de trigo, legumbres y carne, típico de la cocina valenciana y adaptado a los ingredientes disponibles en el valle.
Cocas: Diversas variedades de cocas, tanto saladas como dulces, elaboradas con harina de trigo y otros ingredientes locales.
Mistela: Un vino dulce tradicional, elaborado con uvas moscatel, que es muy popular en toda la comarca.
Postres de cereza: Gracias a la abundancia de cerezos en el valle, se pueden encontrar diversos postres y confituras elaborados con esta fruta.
Paella y Arroz al Horno: Platos típicos de la Comunidad Valenciana que también tienen su versión especial en Vall de Gallinera, utilizando ingredientes locales.
Festividades
Las festividades de Vall de Gallinera son un importante reflejo de la cultura y tradición de sus habitantes. Algunas de las fiestas más importantes incluyen:
Fiestas Patronales: Cada núcleo de población celebra sus propias fiestas patronales en honor a sus santos. Estas fiestas son momentos de gran celebración comunitaria, con procesiones, música, bailes y eventos deportivos.
Fiesta de la Cereza: Celebrada en junio, esta festividad tiene como principal objetivo promocionar y celebrar la cosecha de la cereza, con diversas actividades culturales y gastronómicas.
Semana Santa: Las celebraciones de Semana Santa en Vall de Gallinera son solemnes y tradicionales, con procesiones y representaciones religiosas que atraen tanto a vecinos como a visitantes.
San Juan: La noche de San Juan es celebrada con hogueras y fiestas en varios de los núcleos del valle, siguiendo la tradición mediterránea de marcar el solsticio de verano.
Turismo y Actividades
El turismo en Vall de Gallinera se basa en gran medida en su maravilloso entorno natural y su rica herencia cultural. Algunas de las actividades más populares para los visitantes incluyen:
Senderismo: Con una extensa red de senderos que recorren montañas, bosques y valles, las rutas de senderismo en Vall de Gallinera son ideales para explorar a pie la belleza natural del lugar.
Ciclismo: Las carreteras y caminos rurales ofrecen excelentes oportunidades para los amantes del ciclismo, ya sea de carretera o de montaña.
Rutas en coche: Recorrer el valle en coche permite descubrir cada uno de sus encantadores pueblos, con paradas para disfrutar de la gastronomía local y de paisajes panorámicos.
Observación de aves: La biodiversidad del valle lo convierte en un lugar ideal para la observación de aves, con numerosas especies migratorias y residentes.
Visitas guiadas: Existen varias opciones de visitas guiadas que permiten conocer en profundidad la historia, cultura y naturaleza del valle, acompañados por expertos locales.
Alojamientos
La oferta de alojamientos en Vall de Gallinera es variada y adecuada para todos los gustos y presupuestos. Entre las principales opciones se encuentran:
Casas Rurales: Al ser un destino rural, abundan las casas rurales que ofrecen un alojamiento cómodo y auténtico. Estas casas suelen estar equipadas con todas las comodidades modernas pero conservan el encanto tradicional.
Hoteles Boutique: Pequeños hoteles con encanto que destacan por su atención personalizada y su decoración que mezcla elementos tradicionales y contemporáneos.
Camping: Para los amantes de la naturaleza, hay opciones de camping donde se puede disfrutar de una estancia al aire libre en medio de la belleza del valle.
Agroturismo: Algunas fincas agrícolas ofrecen la oportunidad de alojarse en su propiedad, permitiendo a los visitantes conocer de cerca las actividades agrícolas y disfrutar de productos frescos y orgánicos.
Proyectos de Desarrollo Sostenible
Conscientes de la importancia de preservar su entorno natural y cultural, Vall de Gallinera está involucrado en diversos proyectos de desarrollo sostenible que buscan equilibrar el crecimiento económico con la conservación del medio ambiente. Estos proyectos incluyen:
Fomento del Turismo Sostenible: Proyectos orientados a promover un turismo que respete el entorno natural y cultural, incluyendo la creación de infraestructuras que minimicen el impacto ambiental.
Conservación de la Biodiversidad: Iniciativas para proteger y conservar la rica biodiversidad del valle, mediante la creación de áreas protegidas y programas de educación ambiental.
Desarrollo de Energías Renovables: Proyectos para fomentar el uso de energías renovables como la solar y la eólica, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles.
Agricultura Ecológica: Fomento de prácticas agrícolas sostenibles que aseguren la producción de alimentos saludables y respetuosos con el medio ambiente.
Conclusión
Vall de Gallinera, con su rica historia, patrimonio cultural y natural, economía basada en la agricultura y turismo sostenible, y su variedad de actividades y alojamientos, representa un auténtico tesoro en la Comunidad Valenciana. Este rincón de la Marina Alta ofrece a sus visitantes la oportunidad de desconectar del bullicio urbano y disfrutar de una experiencia genuina en un entorno donde la tradición y la modernidad coexisten en armonía. Desde sus pintorescos pueblos hasta sus rutas de senderismo que atraviesan paisajes de incalculable belleza, Vall de Gallinera es sin duda un destino a descubrir y preservar.
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