El 'guardiolismo' se ha convertido, para mí, en una manera algo cazurra, algo falsa, algo provinciana, algo falaz, de entender la política. Mientras la 'gran campaña' se jugaba en Bruselas, y allí estuvieron, coincidentes en el tiempo, pero no en el espacio, Pedro Sánchez y Feijóo, la 'pequeña campaña', la de los pactos a cubierto de las miradas ciudadanas, componía la fotografía de María Guardiola, del PP, y Ángel Pelayo Gordillo, de Vox, sonriéndose a la hora del reparto de poder, ¡después de todo lo que se han dicho!.
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