Los cambios bruscos de conducta, la verbalización de frases como 'no puedo más' o 'así no merece la pena vivir' y las autolesiones, son algunas de las señales de alerta que pueden avisar al entorno de la conducta suicida de un menor, según ha advertido la Fundación ANAR, tras el caso de las hermanas de 12 años de Oviedo, en el que la Policía ha descartado la intervención de terceras personas, y que se produce tres meses después de otro caso similar en Sallent (Barcelona).
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