Un estudio realizado por un equipo científico de la Universidad de Granada, de la Estación Biológica de Doñana y el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos, ambos centros del CSIC, y con la participación del Gobierno de Canarias, ha arrojado que la prohibición de la caza de conejo con escopeta y con perdigones de plomo en la Isla de Fuerteventura ha posibilitado que los niveles de este metal se reduzcan en la sangre del guirre canario (Neophron percnopterus majorensis), una subespecie de alimoche endémica del archipiélago que se encuentra en peligro de extinción.
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