Historia de Calera de León

Primeros asentamientos y origen de Calera de León

Calera de León, situada en la provincia de Badajoz, Extremadura, tiene una historia rica y variada que se remonta a tiempos ancestrales. Los primeros asentamientos en la región se atribuyen a tribus celtas y romanas que vieron en esta área un lugar estratégico debido a sus recursos naturales y su ubicación geográfica. La cercanía de la Sierra de Tentudía ofrecía a estos primeros pobladores una abundancia de agua y materiales de construcción, especialmente la cal, que posteriormente daría nombre a la localidad.

Durante la época romana, la región fue integrada en la provincia romana de Lusitania. Los romanos construyeron calzadas y pequeños asentamientos en las inmediaciones, y se cree que la producción de cal ya era una importante actividad económica en la zona. Vestigios de este periodo aún pueden encontrarse en las cercanías, como restos de villas romanas y tramos de antiguas calzadas.

La Edad Media y la influencia musulmana

Con la caída del Imperio Romano y la posterior invasión visigoda, la región experimentó una fase de relativo estancamiento hasta la llegada de los musulmanes en el siglo VIII. La influencia musulmana en Calera de León y sus alrededores dejó una huella significativa en la arquitectura, agricultura y cultura local. Durante esta época, se construyeron pequeños fortines y se desarrollaron técnicas avanzadas de irrigación que favorecieron la agricultura en terrenos áridos.

La Reconquista cristiana, que inició con mayor fuerza en el norte de la península, finalmente alcanzó la región en el siglo XIII. El año 1248 es especialmente relevante para la historia de Calera de León, ya que es en esta fecha cuando el rey Fernando III de Castilla, conocido como "El Santo", logra la reconquista de Sevilla y sus territorios circundantes, canalizando sus esfuerzos hacia la Sierra de Tentudía, donde la localidad se encuentra.

La fundación del Monasterio de Tentudía

Una figura clave en este periodo fue el maestre de la Orden de Santiago, Pelay Pérez Correa, quien desempeñó un papel fundamental en la historia de Calera de León. La leyenda cuenta que durante una crucial batalla contra las fuerzas musulmanas, Pelay Pérez Correa invocó la ayuda de la Virgen María. Pidió que el sol se detuviera para permitirles continuar la lucha, y al presenciar este milagro, prometió construir un monasterio en honor a la Virgen en el lugar donde había tenido lugar el prodigio: la cima de la Sierra de Tentudía.

El Monasterio de Tentudía fue fundado en el siglo XIII y se convirtió en un importante centro espiritual y cultural, no solo para Calera de León, sino para toda la región. Este monasterio de estilo mudéjar fue ampliado y embellecido en los siglos siguientes, convirtiéndose en un lugar de peregrinación y un símbolo del éxito cristiano en la Reconquista.

El periodo moderno: siglos XVI al XVIII

Durante los siglos XVI y XVII, Calera de León experimentó un crecimiento económico y demográfico significativo. Las reformas en la agricultura y la introducción de nuevas técnicas permitieron un aumento de la producción agraria, sobre todo en cereales, olivares y viñedos. La minería de cal y la extracción de piedra también continuaron siendo actividades económicas esenciales.

El Monasterio de Tentudía jugó un papel central en la vida económica y social durante este periodo. Propietario de vastas extensiones de tierra, el monasterio gestionaba tanto actividades agrarias como ganaderas, además de ser un reconocido centro de formación religiosa. Las rentas generadas permitieron financiamiento de obras artísticas, que aún adornan el interior del monasterio.

En el ámbito arquitectónico, varios edificios de la época reflejan el estilo renacentista que comenzó a difundirse por la península. Un ejemplo notable es la iglesia parroquial de Santiago Apóstol, cuya construcción comenzó en el siglo XVI y presenta una mezcla de elementos góticos y renacentistas que ilustran la transición arquitectónica de la época.

Conflictos y cambios en el siglo XVIII

El siglo XVIII fue testigo de varias vicisitudes para Calera de León, debido a las guerras de sucesión y conflictos internos que afectaron a toda España. La Guerra de Sucesión Española (1701-1714) tuvo repercusiones en la vida cotidiana y en la economía de la región. A pesar de estos desafíos, la tenacidad y la resiliencia de sus habitantes permitieron que la localidad se recuperara lentamente.

Es durante este siglo cuando se llevan a cabo reformas administrativas que afectan a Calera de León. Se implementan nuevas políticas territoriales y fiscales que modifican la estructura económica y social, aunque el impacto en la vida rural fue gradual y limitado.

La Ilustración y el siglo XIX

El siglo XVIII tardío y el XIX marcan la llegada de nuevas ideas y cambios significativos. La Ilustración y sus valores difundieron por España reformas educativas y culturales que también alcanzaron a Calera de León. La fundación de escuelas y la promoción de la educación básica entre la población local comienzan a tomar forma, aunque con limitaciones.

El siglo XIX fue un periodo de transformaciones y turbulencias debido a las Guerras Carlistas y la Guerra de la Independencia. Los efectos de estos conflictos se hicieron sentir en la economia local y la vida cotidiana de los habitantes de Calera de León. La desamortización de Mendizábal, que tuvo lugar a partir de 1836, también tuvo un impacto profundo. Las propiedades del Monasterio de Tentudía fueron expropiadas y vendidas, lo que alteró las relaciones económicas tradicionales y la propiedad de la tierra en la región.

Transformaciones sociales y económicas

Con la llegada de la industrialización en España, aunque más tardía y menos intensa en áreas rurales, Calera de León comenzó a experimentar ciertos cambios en su estructura económica. Algunas industrias relacionadas con la transformación de productos agrícolas y la minería se desarrollaron de manera limitada, aunque la base económica seguía siendo predominantemente agraria.

En el ámbito social, el fin del Antiguo Régimen y la introducción de ideas liberales favorecieron la aparición de nuevas dinámicas y estructuras, aunque las viejas costumbres y jerarquías sociales continuaron predominando en buena medida.

El siglo XX: modernización y desafíos

El siglo XX fue testigo de profundas transformaciones políticas, sociales y económicas en España, y Calera de León no fue una excepción. La Guerra Civil Española (1936-1939) dejó una huella significativa en la comunidad. Las tensiones y divisiones que caracterizaron a todo el país también se reflejaron en esta localidad, dejando cicatrices que llevaron tiempo en cerrar.

Tras la guerra, la dictadura de Franco trajo un periodo de represión política pero también de estabilidad relativa que permitió al país, en general, y a Calera de León, en particular, comenzar un proceso de recuperación económica. El desarrollo de infraestructuras y la mejora en servicios básicos, aunque lentas, comenzaron a ser visibles en las décadas de 1950 y 1960.

Renovación y crecimiento

Con la llegada de la democracia en 1975, Calera de León, al igual que otras muchas localidades españolas, experimentó una revitalización en término políticos y sociales. Las elecciones municipales democráticas permitieron a los habitantes tener un mayor grado de control y participación en la gestión local. Esto se tradujo en mejoras en educación, sanidad y servicios públicos.

Durante las últimas décadas del siglo XX, la economía de Calera de León comenzó a diversificarse lentamente. Aunque la agricultura seguía siendo la principal actividad, hubo un aumento en el sector servicios con el desarrollo del turismo rural. La belleza natural de la Sierra de Tentudía y el patrimonio histórico y cultural del Monasterio de Tentudía comenzaron a atraer a un número creciente de visitantes.

El siglo XXI y el futuro de Calera de León

En los primeros años del siglo XXI, Calera de León continúa buscando un equilibrio entre la preservación de su rica historia y la adaptación a los retos y oportunidades del presente y futuro. La globalización y la modernización presentan desafíos en términos de despoblación rural y la necesidad de diversificar más su economía.

El turismo sigue siendo una de las apuestas más fuertes para el desarrollo económico local. Proyectos para mejorar las infraestructuras turísticas, así como iniciativas para realzar el valor del patrimonio histórico y natural de la zona, están en marcha. La promoción de rutas de senderismo, la gastronomía local y actividades culturales son parte de estos esfuerzos.

Otro aspecto clave para el futuro de Calera de León es la sostenibilidad. La comunidad se está sensibilizando cada vez más sobre la importancia de prácticas agrícolas sostenibles y la protección del medio ambiente. Proyectos de energías renovables y programas de educación ambiental están comenzando a ser implementados.

La comunidad y la identidad local

Un reto importante es mantener la identidad y la cohesión social en una era de constante cambio. Las festividades locales, las tradiciones y las costumbres siguen desempeñando un papel crucial en la vida de los habitantes. Eventos como las festividades en honor a la Virgen de Tentudía y otras celebraciones religiosas y culturales continúan siendo momentos importantes para la comunidad.

En este contexto, la educación y la participación juvenil son fundamentales para asegurar que las futuras generaciones continúen valorando y preservando el legado histórico y cultural de Calera de León. Iniciativas como talleres culturales, programas educativos y actividades comunitarias buscan involucrar a los jóvenes y mantener viva la rica historia y cultura de la localidad.

A medida que Calera de León mira hacia el futuro, la combinación de su pasado histórico, su rico patrimonio cultural y natural, y el espíritu resiliente de sus habitantes marcan el camino hacia un desarrollo sostenible y una comunidad cohesionada y orgullosa de su identidad.